L'única passió noble
Decir que la literatura en lengua catalana ha dado y da excelentes prosistas es una aseveración que suena –porque lo es– a absoluta evidencia. De entre los de hoy me vienen a la cabeza los nombres de Pere Rovira o Manuel Baixauli, cuyos recientes libros (La finestra de Vermeer y Ningú no ens espera, respectivamente) han dejado en mi memoria una huella vívida. Esta nómina actual de excelencia incluye a Joan Garí, quien desde su Borriana natal viene entregando con asiduidad, además de novelas de empaque más que notable, sólidas pruebas de dominio del género ensayístico, al que ha aportado tanto diversidad temática (yendo de las cercanías de lo académico al libro de viajes) como tonal (haciendo sonar el timbre sociológico o la rápida melodía del articulismo literario).
En obediencia a la prescripción según la cual el oficio de escritor debe estar precedido e ir acompañado por el de lector, Garí va publicando en un blog sus impresiones de lectura, ahora recogidas en un volumen que repite en el título el nombre de su cuaderno digital: L'ofici de lector. Lector de buena literatura exclusivamente. Y la buena literatura, ya se sabe, anda diseminada en todos los géneros, de ahí que prácticamente todos aparecen representados en sus comentarios. Garí, sin embargo, no es un crítico. No porque no fuera capaz de serlo, sino porque su interés sigue otro derrotero, que no es novedoso pero resulta siempre arduo: convertir lo leído en materia de escritura. Y esto implica, en lugar de evaluación de libros por medio de juicios valorativos sin otro propósito, un aprovechamiento de lo leído con el fin de desplegar glosas, digresiones o análisis que llevan más allá. Leer para escribir. Leer para esbozar o abrir sendas de escritura. Por eso los textos de lector de Joan Garí valen por ensayos breves.
Esa es aquí la palabra clave: ensayo. Tan definitoria resulta, que el segundo de sus libros publicados en 2016, L'única passió noble (I Premi de Narrativa Memorialística Ciutat de Benicarló), gira todo él en torno a la naturaleza de esa modalidad de escritura que evita constricciones. Hay un atractivo añadido en sus páginas: la manera de presentar la esencia de lo ensayístico, que no es atacada usando una reflexión directa y teórica, sino a través de lo que bien podría calificarse como enfoque en pirueta, logradísima en este caso, pues le otorga al libro una estructura variada, por fragmentaria y cambiante, y a la vez pone en brillante conexión la ficción, la memoria personal, las opiniones de literato, el análisis cultural y la política. Más incluso: para Garí el ensayo excede su entidad estricta y llega a impregnar por analogía entidades extralingüísticas, de tal modo que es lícito considerar como de entraña ensayística los avatares, por ejemplo, de una comunidad de individuos, de una sociedad, en esta ocasión la valenciana. El país de los valencianos, el País Valencià, sería así un país de ensayo.
Pero, ¿por qué el País Valencià es un «país d'assaig»? Porque lo constituye una sociedad fragmentada, destinada por lo visto a repensarse de continuo. Una sociedad inconclusa con la que se aviene a la perfección la literatura nunca cerrada que define al ensayo. Garí se ocupa de revisar las razones culturales y de historia reciente que han dado lugar a esta situación que unos juzgan paralizante y otros no. ¿De qué modo las revisa? Convirtiendo en ensayísticos tanto la enfermedad como el remedio.
A partir de un resorte narrativo donde se mezclan invención y realidad, el libro se plantea como conversación entre el autor y madame Mähler-Besse, difunta propietaria de la torre donde se refugiaba intelectualmente Michel de Montaigne. El tema de la conversación son los valencianos y su país, de manera que cobra sentido poner en relación dicho contenido con las figuras del escritor francés y de Joan Fuster, tan cercanos en actitud y estirpe literaria. Juntos el padre del ensayismo y uno de sus practicantes en catalán más destacados. Las alusiones al francés significan siempre un elogio del género que puso en marcha, ese modo escrito de observar, analizar o conjeturar sin ansia de solución. El ensayo deriva del escepticismo como posición vital y cívica, y al mismo tiempo genera escepticismo vital y cívico. Esta es la tesis de Garí. La proyecta sobre la obra de Fuster y sobre la situación cultural y política de los valencianos. El intelectual de Sueca (quien declaró que el apego a su pueblo era en él «l'única passió noble»), responsable primero del proyecto que reconocemos en la denominación País Valencià, es revisitado buscando claves y circunstancias por medio de las cuales entender lo ilusionante de su visión, pero no menos lo que en su visión pudo haber de distorsión o ceguera, tal y como parece que la terca realidad ha venido dictando.
En opinión de Garí, hay que acercarse a Fuster, en cualquier caso, teniéndolo por un escéptico, al tratarse de alguien que quiso desmarcarse del fanatismo y de la indiferencia en igual medida: «Joan Fuster no va dissenyar el País Valencià com una novel·la, sinó com un assaig». Estableció bases y señaló caminos; en absoluto dictaminó soluciones. Siguió, por tanto, la manera de proceder del ensayo y de los ensayistas del linaje de Montaigne.
L'única passió noble contiene un intento de explicar a los desconocedores (simbolizados en la dama francesa) algo del significado que encierra el jeroglífico del alma valenciana y su historia más inmediata. Partícipe de ambas es el propio autor. Porque no era eludible y porque el ensayo demanda inmersión en el yo, Garí espolvorea aquí y allá noticias de su vivencia personal (su trato, por ejemplo, con Fuster y otros intelectuales afines o no al fusterianismo), sin ahorrarse tampoco la expresión de opiniones al respecto de ciertas cuestiones esenciales del «ser valencià». La adhesión que manifiesta es, claramente, un amor crítico: «Estimar críticament és perillós, però, es pot segregar cap altre sentiment envers un territori com el País Valencià?». Amor envuelto en «suau descreïment»; el amor de un no nacionalista, según confiesa y justifica.
Ha abordado Joan Garí, en definitiva, un tema que quizá pueda considerarse gastado, aunque lo hace con original lucidez, con la paradoja del desesperanzado que no obstante mantiene sus convicciones aún alzadas e irrenunciables: las del que quiere ser el que es en la lengua en que es; las del que aspira a compartir, tan emocional como racionalmente, el idioma y la cultura que son los suyos. Aun a pesar de la complejidad obstinada del jeroglífico que esas convicciones dibujan.
(Antonio Cabrera. "Un país de ensayo", Levante-emv. Posdata, 4 de març del 2017)
* * *
No estem acostumats a llibres com aquest, inclassificable, heterodox, obstinat, erudit, confessional, sincer, digressiu, atrevit… Hi entren, com a punt de partida, les reflexions sobre el país dels valencians, però també les idees de Joan Fuster —des del seu escepticisme, fins a la concepció antimetafísica o la seua vida privada— i tot això s’acara amb Montaigne i la seua filosofia. L'hereva actual de les terres on hi ha el castell de Montaigne, Mähler-Besse, és la destinatària d'aquest diàleg imaginari sobre un munt de temes gruixuts.
Sorprén el format utilitzat per Joan Garí, el diàleg fingit, que pressuposa la coneixença i la relació entre dos interlocutors. En aquest cas entre l'autor i madame Mähler-Besse. En el fons, però, és un pretext per parlar de Joan Fuster i de Montaigne (encara d'aquest, se'n parla menys). I si la fórmula pot resultat una mica estranya, el resultat obtingut és tanmateix molt agraït. Hi ha una prosa d'assaig que deriva cap a la confessió personal, tot i que el punt de partida (i el d’arribada) és el pensament sobre la identitat dels valencians.
Pot resultar també xocant que es parle de Joan Fuster i Michel Eyquem Montaigne com si foren dues ànimes bessones. Montaigne és un escriptor del jo, mentre que Fuster del jo pense… Crec que fins ben avançada edat, el de Sueca no va llegir de primera mà els llibres de l'autor dels Assaigs (o estic equivocat?).
Però és igual, en aquestes converses imaginàries —que més que converses són monòlegs— Garí porta el valencianisme a la psicoanàlisi. Tracta d'explicar el catalanisme al País Valencià, i d'entendre —com a mínim de considerar—el blaverisme. Parla del passat, en allò que encara no hem paït del tot: la batalla de València, la tercera via, etc. i de les pors de l'avenir: una galleguització del valencià.
I ací parlar és sotmetre a reflexió —pensar— l'ànima col·lectiva dels valencians des de la posició individual; i pensar és també invocar el sentit comú i l'erudició, la vida material i l'imaginari que es projecten en la literatura, tant la culta com la popular. De les paraules de Garí es desprén una fe ferma en la literatura. De fet, contínuament fa referències a un bagatge de lectures admirablement ampli. L'autor tracta d'aplicar les regles de l'assaig al text que escriu, amb un discurs metassagístic fèrtil i original.
L'escriptura de Joan Garí, a L'única passió noble, és afable, inspirada, incisiva, amb símils eloqüents, imatges espurnejants i amb una lucidesa inesgotable. Hi ha quelcom de visionari en aquest text que ha escrit amb passió i que hom llig embadalit. Potser per això costa molt resumir-lo i encara més glossar-lo. Intensitats ardoroses, fulgors inaprehensible.
(Enric Balaguer. "'L’única passió noble. Converses amb madame Mähler-Besse sobre els valencians i el seu país' de Joan Garí", blog de l'autor A tall d'invocació, 5 de març del 2017. Llegir l'article complet)
* * *
En els XXVI Premis de la Crítica dels Escriptors Valencians s'ha guardonat l'escriptor Joan Garí (Borriana, 1965) en la modalitat d'assaig per l'obra L'única passió noble (Onada Edicions, 2016), en la qual es presenta un diàleg imaginari amb madame Mähler-Besse, que, fins la seua mort l'any 2012, va ser la darrera propietària del château de Michel de Montaigne, al Perigord.
Aquest punt de partida serveix a Garí per reflexionar sobre l'actualitat del pensament de Joan Fuster, un gran admirador de l'assagista francès. De fet, no resulta agosarat afirmar que el rebuig que sentia Fuster per tota recerca d'una essència i per pensar els homes en abstracte, l'aprengués de la ploma escèptica de Montaigne. El llibre de Garí no pretén ser cap estudi crític sobre el pensament de Joan Fuster, sinó una original manera de presentar la vigència d'algunes de les seues idees, tant pel que fa a la qüestió de la pàtria valenciana com al pensament en general.
Pel que fa al primer punt, el mèrit que li atorga Garí és que Fuster va visualitzar un País Valencià, on altres veien només unes quantes províncies espanyoles, en un projecte que va ser adoptat per alguns intel·lectuals d'esquerres de l'època, però absolutament indiferent per a la majoria de valencians, fossin d'esquerres o de dretes. En altres mots, Fuster va ser un pensador que va imaginar una alternativa al trist món en què vivia, però que va ensopegar contra la realitat. Un exemple d'això és que dos dels conceptes que més va treballar, «Països Catalans» i «País Valencià», amb prou feines han estat reconeguts de manera oficial. Per una altra banda, pel que fa a la tasca de pensador, Garí destaca algun dels temes que tractà Fuster, com els seus estudis literaris, la filosofia hedonista, la independència de l'intel·lectual enfront al poder o la llibertat de l'individu en la societat civil, amb la idea que si té sentit llegir-lo avui és perquè la seua obra és un gran excitant intel·lectual que té una enorme virtut: ensenyar a pensar al lector.
L'única passió noble també va guanyar el primer Premi de Narrativa Memorialística Ciutat de Benicarló, perquè el llibre va sorgir d'un viatge que el mateix Garí va fer al château de Montaige. En la seua ja dilatada trajectòria, Garí ha escrit assaig, poesia i ficció, però si hi ha un gènere que estima i conrea amb passió és el memorialista. Com ell mateix explica: «fa diversos anys que no tinc cap altre objectiu del meu pensament que jo mateix, i si estudie cap altra cosa és sovint per aplicar-la sobre mi o, per dir-ho millor, per aplicar-me-la».
(Fèlix Edo i Tena. Fragment de "Joan Garí, entre la vida i la literatura", Núvol. El digital de cultura, 15 de juliol del 2017. Llegir l'article complet)
* * *
Joan Garí, sense cap mena de dubte, és un dels assagistes valencians més interessants del moment. És un lletraferit a qui no el tenalla ni afeblix cap inseguretat. La seua seguretat descansa sobre una gran formació, sobre les seues lectures (ofici de lector és el nom del seu blog), una gran curiositat intel·lectual, una mirada escèptica sobre la realitat que l'envolta, i una personalitat molt marcada.
Des del meu punt de vista, hi ha una línia fina, feta de paraules, que unix a través del temps i dues (potser tres) llengües l'autor dels Essais, el gascó Michel Eyquen Montaigne primer amb l'escriptor empordanés Josep Pla i després amb els valencians Joan Fuster, Josep Iborra, Joan Francesc Mira, Vicent Alonso, Enric Sòria, Josep Igual, Alfred Mondria, Francesc Viadel, Manel Rodríguez-Castelló, Ramon Ramon o el mateix Joan Garí. El nostre autor és conscient d'aquesta tradició literària i recrea un punt de connexió entre una literatura i l'altra en forma de llibre.
L'any 2016 Garí va obtindre el Primer Premi de Narrativa Memorialística Ciutat de Benicarló, que el mateix any publicà Onada edicions, amb el llibre L'única passió noble. Converses amb Madame Mähler-Besse sobre els valencians i el seu país. La primera pregunta que em vingué al cap en tindre el volum en les mans fou: qui és aquesta senyora a la qual s'adreça Garí? Doncs era, fins l'any 2012, la propietària de la torre on Montaigne va escriure els seus famosos Essais. Un encontre fortuït porta el nostre autor a escriure unes converses amb ella sobre l'única passió noble, la qual cosa em dona pas a una segona pregunta: i quina és aquesta passió? La pregunta la respon una confessió de Joan Fuster: «No tinc altra autoritat que aquesta: la d'haver-me apassionat, fins a l'obsessió, per la vida i el destí del meu poble. Potser és l'única passió noble que reconec en mi».
Joan Garí, des del Perigord, reflexiona sobre literatura, l'obra i la figura de Montaigne i de Fuster, la relació que mantingueren cadascú amb la seua llengua materna i amb la societat de la qual formaren part, i ho fa d'una manera incisiva i intel·ligent, sempre pendent del detall que li acaba donant la pinzellada humana i definitiva al retrat de cadascun dels personatges que apareixen en l'obra. Ens parla del projecte polític de Joan Fuster, de la seua recepció per part de la societat valenciana del postfranquisme, dels seus darrers anys a la universitat, de l'evolució del valencianisme polític en les darreres dècades, de la importància de les tertúlies de l'Hotel Inglés a la ciutat de València, de la gestació de l'Acadèmia Valenciana de la Llengua, de la relació entre Catalunya i el País Valencià…
Garí, amb una prosa rica i àgil, amb concessions al sarcasme i a la ironia, es mostra preocupat pel futur de la llengua dels valencians, el terroritza la galleguització del valencià, així com la mediocritat imperant en la política, en la literatura, en la societat. Encara que, com a bon escèptic, arriba a afirmar que a l'ombra també es pot estar bé.
L'única passió noble és un llibre d'una gran amenitat, escrit amb intel·ligència i des d'una òptica no-nacionalista a través de la qual fa balanç del país i de la seua cultura, així com de les relacions de l'intel·lectual amb la societat i el poder. L'única passió noble per a Joan Garí és el pensament lliure, la literatura i la llengua que li són matèria primera.
(Manel Alonso. Diari Gran del Sobiranisme, 3 d'octubre de 2017)